Pasaron 21 años del primer Foro Social de la Triple Frontera realizado en Puerto Iguazú, Argentina, donde voces diversas de la región se pronunciaron fuertemente en la defensa del Acuífero Guaraní y de la naturaleza, contra la militarización del territorio fronterizo con bases estadounidenses y la deuda externa. Desde entonces, se realizaron varios foros, cada uno con sus características, rotando entre Paraguay, Brasil y Argentina. El último foro fue virtual, saliendo de la pandemia en 2021, con la participación de 54 organizaciones populares.
En esta quinta edición, la sede fue Añua Róga (frase en guaraní que significa hogar que abraza), centro comunitario de la organización Callescuela y de la Coordinación Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores (Connats), ubicado en Ciudad del Este. Añua Róga abraza las luchas a favor de los derechos humanos en Alto Paraná y esta vez, abrazó también todas las luchas de las organizaciones latinoamericanas que participaron del V Foro Social y Popular de la Triple Frontera.

Participaron organizaciones campesinas, indígenas, sindicales, de derechos humanos, de Mujeres, de infancias, de estudiantes, educadores, de barrios populares. Durante dos días, el foro fue un espacio de diálogo intergeneracional, donde luchadores y luchadoras de todas las edades intercambiaron experiencias y lecturas de la coyuntura local y regional.
Graciela Franzen, luchadora argentina y referente de la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (FEDEFAM), destacó la importancia histórica del encuentro: “Para nosotros fueron muy importantes todos los foros, los cinco foros de la triple frontera, donde tuve la posibilidad de participar. También de los foros sociales mundiales, el foro social misionero en nuestra provincia y regionales, porque acá soñamos, tratamos de construir ese mundo, esos países que soñamos cuando éramos chicos, cuando éramos adolescentes y hoy mayores, seguimos pensando que es posible”.

Recordó que las posibilidades son reales cuando existe colectividad: “Es posible no solo, sino con el otro, con los países vecinos. Mis abuelos eran paraguayos, otro era brasilero y soy argentina. Esto nos une en la sangre, pero también en el amor al otro”.
Durante el primer día del foro, hubo mesas temáticas de reflexión, donde los participantes analizaron sobre: 1) Tierra, cuestión agraria, campesina, mundo indígena, agroecología, 2) Derechos Humanos, memoria, deuda histórica, 3) Educación Popular y experiencias pedagógicas del campo popular, 4) Intercambio de metodologías educativas alternativas y proyectos comunitarios, 5) Diálogo sobre feminismos comunitarios, violencia de género y diversidad sexual, 6) Discusión sobre precarización laboral, sindicalización y economía popular y 7) Agua, energía, represas y clima, una discusión sobre la reparación y las deudas históricas.

Uno de los puntos fuertes que reivindicaron los participantes, fue el reconocimiento por parte de los Estados de Paraguay, Brasil y Argentina, de las deudas sociales y económicas de las represas.
“Paraguay reclama esa deuda, por lo menos 14 mil millones de dólares demás se pagó en el caso Itaipú. Hay corporaciones energéticas de sectores privados que se enriquecen a costa de los recursos de nuestros países. También con el extractivismo de nuestra tierra y nuestros bosques. Planteamos la soberanía sobre la tierra y también sobre la energía hidroeléctrica”, expresó Mercedes Canese, exministra de Minas y Energía de Paraguay y actualmente integrante de la Campaña Itaipú Causa Nacional.
Luego de los debates, se realizó una plenaria donde representantes de cada una de las mesas temáticas, compartió las reflexiones grupales.

Una reflexión sobre el uso de celulares, el internet y su impacto en las comunidades indígenas fue compartida por Oscar Benítez Lopez, líder Ava Guarani de la comunidad Tekoha Yva renda, quien llegó desde Itaipulandia, Brasil, para participar del foro. Comentó que para su comunidad, el uso de teléfonos móviles provocó miedo y resistencia, pero que aprendieron a usarlo dándole utilidad para visibilizar sus demandas, para mantenerse comunicados pero con una regulación que permita un uso responsable y evitar daños a la salud y las relaciones comunitarias.
Resistencia a los retrocesos en materia de derechos humanos

Al finalizar las exposiciones en plenaria, los participantes redactaron una declaración final donde quedaron plasmadas las preocupaciones y demandas a los Estados. “Nos preocupan las políticas que hacen retroceder los espacios estatales de apoyo a las mayorías populares y la consiguiente pérdida de derechos con la complicidad de los tres poderes”, expresa la primera parte del documento.
“Queremos insistir en la reparación histórica que tienen que realizar las represas hidroeléctricas a las comunidades indígenas y campesinas; es importantísima la conciencia sobre las dificultades que trae el cambio climático. En los modelos extractivistas que sufrimos, nos preocupa la pérdida de soberanía; el avance en el uso de los agrotóxicos; la contaminación de los cursos de agua, de la tierra y de los humedales; la deforestación de árboles nativas y la reforestación con especies exóticas; estamos en contra de la mercantilización y monopolización de las semillas y de las tierras”.
El documento también plantea propuestas: “Queremos replantear la profunda actualidad y necesidad de la reforma agraria integral y popular; recuperar el valor y cuidado de las semillas y su manejo e intercambio por parte de las comunidades. Planteamos la necesidad de la democratización de la comunicación, del fortalecimiento de medios alternativos y comunitarios que muestren las realidades y las luchas de nuestros pueblos. Solamente con esta comunicación habrá una revalorización de nuestras identidades populares y ancestrales y de nuestra búsqueda de memoria, verdad y justicia”.
Se expresó además, mucha preocupación por la represión a las manifestaciones populares, la judicialización y persecución a líderes indígenas y campesinos.
“Nos preocupa la vuelta a las prácticas dictatoriales en los desalojos a las comunidades campesinas, indígenas y barriales; en la existencia de presos políticos; en los sistemas penitenciarios. Sostenemos que la Participación Protagónica de Niñas Niños y Adolescentes, de Jóvenes, de las mujeres en espacios de toma de decisiones es fundamental para la construcción de una sociedad más justa e incluyente”.
Desde el V Foro, se expresó el apoyo a la Campaña Dónde está Lichita y a las campañas de solidaridad con los pueblos de Palestina, Venezuela, Cuba, Haití y Perú. Las organizaciones plantearon además, la creación de un observatorio social, como una propuesta de educación popular, para difundir las reivindicaciones de los pueblos organizados.
El encuentro cerró con alegría, bailando al son de la música latinoamericana, junto al Corpo de dança «Folclore,Tradição e cultura».



Finalmente, las palabras de Graciela Franzen reflejan la firme convicción y la fortaleza de quienes participan de los foros sociales y populares:
“Y como decía un abuelito palestino (…) ¡liberación a todos los pueblos oprimidos del mundo! Cuando queremos la felicidad de nuestro pueblo, queremos la felicidad de todos los pueblos del mundo. Por eso estoy acá y voy a estar siempre. Como le digo siempre a mi hija, yo no voy a morir en una cama enferma, yo voy a morir en una plaza, festejando el triunfo popular o en alguna resistencia”.
Graciela Franzen, FEDEFAM.