La crisis climática es un riesgo permanente para pequeños productores de alimentos de Alto Paraná, quienes cada año padecen la pérdida de sus cultivos a causa de heladas, tormentas con fuertes vientos y granizadas o el intenso calor.
La Central de Productores Hortigranjeros Feriantes de Alto Paraná es la más importante y antigua del décimo departamento. Fue creada hace 27 años y aglutina a 1.559 productores de 18 municipios. Venden sus productos en la feria permanente ubicada en Ciudad del Este, al costado de la terminal de ómnibus, donde la oferta de alimentos orgánicos abastece a unas mil personas por semana.
Sin embargo, en los últimos años, los extremos climáticos vienen afectando severamente los cultivos, en cuanto a la cantidad y la calidad de la producción. La tormenta con granizos del último 24 de junio, destrozó huertas completas de los feriantes, quienes estimaron una pérdida de alrededor de G. 400 millones. ¿Cómo enfrentan los daños de la crisis climática?
Impactos de la crisis climática en la producción de alimentos en Alto Paraná
“La crisis climática se refiere a los graves problemas que están causando o pueden causar los cambios en el clima del planeta, entre ellos los fenómenos meteorológicos extremos y sus peligros, la acidificación del océano y el aumento del nivel del mar, la pérdida de biodiversidad, la inseguridad alimentaria e hídrica, los riesgos para la salud, los problemas económicos (…)”, según el Diccionario Climático del Fondo de Población de las Naciones Unidas.
“Cuando llega la sequía, sentimos todos. Por ejemplo, ahora estamos en abundancia con los verdeos, que es nuestro fuerte acá, con la producción de lechuga, repollo, perejil, kuratu, cebollita”, comentó Virgilio Ramírez, secretario de la Central de Productores Hortigranjeros de Alto Paraná.
Describió que los impactos de la sequía y el intenso calor se sienten con mayor intensidad entre diciembre y abril de cada año. “Ahí venimos con lo que podemos. Uno de nuestros principales problemas es la infraestructura. En Paraguay tenemos mucha deuda. Nosotros sabemos el problema, pero nos falta saber cómo solucionar”, afirmó Ramírez, quien trae sus productos de directamente de su huerta ubicada en Minga Guazú.
“Los cultivos resisten hasta septiembre y después ya sufrimos con el calor. Sentimos mucho, porque la mayoría de las semillas están para germinar en invierno, pero en verano les complica desarrollarse porque hay mucho calor. Y muchos de nosotros aún no cuentan con agua todo el tiempo, algunos traen de tajamar y eso se seca. Y pocos aún tenemos pozo artesiano”, agregó el productor feriante.
A su vez, el presidente de la Central y productor de Juan E. O’Leary, Reinaldo Coronel, comentó que entre los cultivos más afectados están los tomates que “no maduran bien por el frío”. Contó que construyó su propio invernadero para proteger su huerta.
“Yo hice mi propia infraestructura. Casi 10 millones (de guaraníes) estoy gastando y después nos ataca el contrabando y no podemos comercializar nuestro producto. Hay gente que vende en otros lugares, pero nos centramos en la feria porque para vender en otros lugares, necesitamos más capacidad”, agregó.
Y luego lamentó: “Se invierte, pero después viene un viento fuerte y mata toda tu producción. Ahí está el efecto climático que nos perjudica. Habrá tecnología, pero no tenemos. Sabemos el problema del campo, en invierno, en verano, pero no tenemos esa solución, esa investigación”.
En ese sentido, Ramírez complementó: “El tema de la investigación para nosotros es cero. Te dicen ¿por qué en tal parte todo el año hay producción? Y porque hay investigación, tecnología, van adaptando, como se está haciendo con la soja en el Chaco, un lugar inhóspito donde dicen que en 2050 podrán producir igual que en la región Oriental. Entonces, ¿cómo ellos llegan? Porque el sector privado investiga”.
Ramírez y Coronel coinciden en que sienten la ausencia del Estado en varios aspectos como la investigación para mejorar la agricultura y el apoyo para infraestructura. Cuando sufren daños por algún evento climático, reciben la visita de los funcionarios de la Secretaría de Agricultura de la Gobernación, pero el apoyo demora en llegar y afirman que tampoco existe una clasificación adecuada, que permita identificar claramente las necesidades de cada productor para un apoyo efectivo.
“El presupuesto de la Gobernación es para autoconsumo, si es que le da. Pero no le da el cuero, para qué mentir. El Ministerio de Agricultura no ayuda mucho, si te llega, llega tarde y no tienen un trabajo esquematizado”, afirmó Ramírez.
Los dirigentes de la feria también indicaron que en muchos casos, funcionarios del área de Agricultura no salen de sus oficinas o realizan las visitas de campo, pero luego no tienen los recursos para responder a las necesidades identificadas. Señalaron que desde las universidades con carreras en Ingeniería Agronómica, eventualmente hay un acercamiento pero con limitaciones.
Acciones de adaptación al cambio climático a nivel regional
En términos de políticas públicas, el Estado a través del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), cuenta con el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2022-2030, que contempla un eje de acciones para abordar la producción agropecuaria, forestal y seguridad alimentaria en este contexto.
La información de este Plan Nacional, con relación al clima en Paraguay indica que: “La precipitación anual promedio ha aumentado en 200 milímetros en los últimos setenta años en el país, donde el cambio climático está intensificando el ciclo hidrológico. Esto conlleva una mayor intensidad de las precipitaciones y las inundaciones asociadas, así como unas sequías más intensas”.
En Alto Paraná, desde este año la Gobernación fusionó su Secretaría de Agricultura con la Secretaría de Ambiente, “para optimizar recursos” según el responsable de esta dependencia, el Ing. Marcos Gauto.
El secretario de Agricultura y Ambiente de la Gobernación informó que su dependencia no tiene un presupuesto propio y trabaja en articulación directa con el Ministerio de Agricultura y Ganadería, al igual que con el MADES, para la transferencia de recursos desde el Gobierno Central y coordinación de acciones en Alto Paraná. En ese sentido, informó que priorizan los municipios de Itakyry y Juan E. O’Leary, que por su alto índice de pobreza determinado por Instituto Nacional de Estadísticas (INE), son priorizados por el Gobierno Nacional.
“En O’Leary, hace meses pasó por la zona una lluvia muy fuerte con granizos y la producción hortícola quedó totalmente comprometida. Su producción para traer a CDE, tuvo un impacto muy negativo, no tenían para garantizar el mercado local. Fue catastrófico porque la media sombra quedó destrozada. Nosotros fuimos e hicimos un relevamiento de todos los materiales que necesitarán. Lo que más piden son semillas y media sombra”, informó.
A meses del temporal, el apoyo del Gobierno para los productores afectados aún no llega. La Secretaría de la Gobernación continúa con el relevamiento de necesidades del departamento, registrando por comisiones y comités, por cada uno de los 22 municipios de Alto Paraná. En ese relevamiento, se prioriza el apoyo a mujeres productoras, por un convenio con el Ministerio de la Mujer.
“Estamos completando las planillas para poder enviar el pedido para 2024/2025 para todo el Alto Paraná. Vamos a pedir semillas, media sombra, elementos para invernadero. A veces llega el 100%, otras veces la mitad. No todo lo que pedimos, se nos da.”, informó el Ing. Gauto.
en Juan E. O’Leary. (Foto: Gentileza/Gobernación)
Agregó que algunos pedidos son para producción de cultivos de autoconsumo y otros para comercializar. “Nos enfocamos más para autoconsumo y con la Secretaría de Educación, estamos haciendo un programa de Huerta Escolar, enfocados también al programa Hambre Cero, para que estudiantes puedan cultivar sus propios alimentos”, informó.
Otro de los proyectos en desarrollo, consiste en habilitar una feria permanente en cada municipio, que están articulando con los intendentes que integran la Asociación de Municipalidades de Alto Paraná (AMUALPA).
La Secretaría de Agricultura y Ambiente de la Gobernación no cuenta con un registro meteorológico propio y se informa a través de datos provistos por el MAG o Itaipú. Consultado sobre el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, el Ing. Gauto afirmó que no reciben indicaciones específicas del MADES para los proyectos o acciones. Pero que cada cierto tiempo, se realizan capacitaciones sobre el tema. “Este año tuvimos tres capacitaciones. Sobre cambio climático en Alto Paraná, también sobre deforestación y climas”, expresó.
La Secretaria de Agricultura y Ambiente de la Gobernación cuenta con sólo 5 funcionarios, para implementar sus acciones en todo el departamento. Para ampliar su alcance, el Ing. Gauto comentó que unen esfuerzos con las universidades. “Ahora estamos trabajando con la UNE y con la UPE, ellos tienen más capacidad y capacitaciones. Con ellos se trabaja mejor, es la única forma de hacer algo, porque nosotros no tenemos muchos recursos”, informó.
A dos años de la vigencia del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático en Paraguay, el Estado sigue contemplar ni invertir los recursos necesarios para su implementación. Los hortigranjeros feriantes de la mayor asociación de Alto Paraná no cuentan con acceso a tecnología ni investigaciones para producir en un contexto de crisis climática. Informaron que hay variedades de plantas que están desapareciendo y algunos frutos que no se desarrollan plenamente, a causa de las temperaturas extremas de frío o calor. Los agricultores se endeudan para invertir en protección mínima para sus cultivos, que ante fuertes vientos y granizadas, son devastados totalmente.
“Quizás por desconocimiento, por necesidad o falta de técnica no colaboramos mucho con el ambiente, no sabemos de ese plan ni tenemos orientaciones, pero sabemos que todos somos responsables de nuestro ecosistema”, compartió como reflexión final, Virgilio Ramírez.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, más conocida como FAO, ya alertó en 2016 que “la insuficiente gestión del riesgo del sector agrícola cada año, está produciendo importantes pérdidas económicas para el país, así como el debilitamiento de la seguridad alimentaria, sobre todo, de los productores locales”. Sin embargo, los esfuerzos para abordar esta problemática, siguen siendo insuficientes.
**Este reportaje fue realizado con apoyo del Fondo para la Producción Periodística sobre Cambio Climático.
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