Desde el 2017, con la Resolución N° 29.664, emitida por el entonces ministro de Educación y Ciencias, Enrique Riera, que prohíbe «la ideología de género» en los contenidos de enseñanza en instituciones educativas, se instaló la censura y la persecución. Este término, apuntalado mediáticamente por sectores antiderechos, no tiene fundamento científico y tampoco está definido en esa resolución. Aun así, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) utiliza la normativa para perseguir a docentes que abordan temas vinculados a la sexualidad y familias con perspectiva de género en escuelas y colegios.
En la investigación Efectos de las acciones y estrategias “anti-género” en Paraguay y Perú, publicada en 2021, la abogada Mirta Moragas identifica varios efectos de la resolución Riera y otras acciones contra el enfoque de género en Paraguay. Menciona que «la generación y gestión del miedo a través de las acciones anti-género ha permitido que un segmento de la sociedad civil rivalice contra la homosexualidad, la destrucción de la familia y los supuestos procesos de colonización extranjera».
Otro efecto es el «veto discursivo en el escenario educativo frente a la equidad y/o igualdad de género, el enfoque de género, los derechos sexuales y reproductivos y otros temas de educación para la sexualidad ».
En ese sentido, Dea Acosta, directora de Proyectos de la Asociación Feminista Kuña Poty de Alto Paraná, señala que a resolución Riera «inhabilita la posibilidad de discusión y reflexión crítica sobre las violencias que vivimos todas las personas y qué podemos hacer para contrarrestarlas. De cierta manera, se podría decir que esta resolución sólo ayuda a mantener esta estructura de normalización de la violencia».
Acosta recordó que por esta resolución del MEC, Kuña Poty no pudo desarrollar talleres de prevención del acoso sexual con estudiantes en los colegios. Esta misma situación enfrenta Somos Pytyvohára de Asunción, que también sufrió la prohibición de actividades de promoción de la educación sexual y derechos reproductivos en hospitales públicos e instituciones educativas.
«Antes de la resolución Riera entrábamos a escuelas y colegios con talleres sobre prevención de abuso sexual y prevención de violencias en general, pero después de la resolución las escuelas y colegios nos fueron cerrando las puertas. Ya no nos permitían hablar», comentó Alejandra Sosa de Somos Pytyvohára.
Hablar de género en Paraguay, de la censura a la criminalización
En la primera sesión de la Cámara de Senadores, los legisladores del Partido Colorado, Natalicio Chase, Gustavo Leite y Lizarella Valiente, presentaron un proyecto de ley para prohibir la «ideología de género» en las escuelas. El documento tiene sólo tres artículos y en ninguno de ellos define qué es la «ideología de género». En el artículo 1 establece una prohibición absoluta de la «promoción, fomento y enseñanza» y en el artículo 2, prohíbe toda cooperación financiera, técnica o de cualquier índole que contemple la «ideología de género». Y en el artículo 3, se establece que el incumplimiento de la ley tendrá sanciones penales y/o administrativas.
Con relación a este proyecto legislativo, un análisis de la abogada Mirta Moragas, del Consultorio Jurídico Feminista, advierte que es inconstitucional y técnicamente inviable.
Afirmó que este proyecto refleja que sus impulsores «no sólo son antigénero, son antidemocráticos y antiderechos». Comentó que en la región existe una «corriente punitivista de todo lo que sea diferente, en la línea de grupos antiderechos y Paraguay está siendo parte del laboratorio de ideas antiderechos».
Más información: Políticos que ganan con la desinformación de género en Alto Paraná
El proyecto de los legisladores de la ANR no es el único que se está impulsando para criminalizar el enfoque de género. También está la campaña del proyecto de ley «Ideología de género es abuso infantil». La comisión impulsora indica que se trata de una iniciativa popular para modificar el artículo 135 del Código Penal «a fin de incorporar que sería el de abuso de niños en cuanto a promoción de materiales sobre ideología de género, porque esto altera la percepción natural de los niños sobre su sexualidad».
La arquitecta jurídica del argumento antiderechos es la abogada Dannia Ríos Nacif, excandidata a senadora por el Partido Unámonos. Nacif se presenta como defensora de los derechos de los niños. Preside el Consejo Departamental de la Niñez y la Adolescencia en Alto Paraná, pero no convoca a sesión de esta instancia hace más de un año. Hizo política partidaria siendo funcionaria del Ministerio Público, registra una gran cantidad de ausencias a su trabajo y está bajo sumario administrativo.
Si alguno de estos proyectos que buscan penalizar el enfoque de género, usando el término «ideología de género», se convierte en ley, el Estado paraguayo estaría nuevamente siendo observado a nivel internacional por la violación de derechos humanos. «Estaríamos ante una persecución ideológica y un ataque a la libertad de expresión. Apelaría a la racionalidad de las autoridades, caso contrario, el Estado se estará enfrentando a un caso más en el sistema internacional», expresó Moragas.
Peligros y retrocesos ante la avanzada antiderechos
Referentes de organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la promoción de derechos humanos y la prevención de violencias hacia niños, niñas, adolescentes y mujeres en Paraguay, expresaron su preocupación por las propuestas legislativas que buscan criminalizar el enfoque de género.
Para Dea Acosta, de Kuña Poty, una ley que penalice el enfoque de género «es básicamente volver a los albores de la dictadura y la guerra fría, donde la persecución bajo el estandarte anti-comunista generalizaba todas las voces disidentes a fin de acallarlas. Es un mensaje directo a los ciudadanos organizados y a la democracia misma».
A su vez, Thaís Pujol de Somos Pytyvohára refiere que penalizar el enfoque de género «haría que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes se vean mucho más vulnerables a situaciones de violencia al no saber cómo confrontar la situación ni cómo actuar, o a quién/quiénes acudir. Son conductas que de por sí ya están normalizadas, y que se van a seguir normalizando de forma crítica».
Por su parte, Alejandra Sosa, también de Somos Pytyvohára, señala que una ley de este tipo «va totalmente en contra de los derechos de niños, niñas y adolescentes, juventudes y sociedad en general porque no ver a través de los lentes lilas o no poder entender la violencia estructural por razón de género, no permitirá romper barreras. Paraguay es el país con más alta tasa de embarazo adolescente del cono sur, tenemos 7 a 8 denuncias de abuso sexual por día».
Pese a la censura institucional promovida por el propio Ministerio de Educación, tanto Kuña Poty como Somos Pytyvohára generaron alternativas para seguir trabajando en la prevención de violencias hacia infancias, adolescencias y mujeres.
«Creamos las escuelitas itinerantes, que son talleres en espacios públicos, para que adolescentes y jóvenes que quieran puedan participar y aprender sobre sexualidad y otros temas relacionados. Se llaman así porque vamos a plazas, ferias y con organizaciones aliadas. Ya no contamos con entrar a escuelas y colegios, si entramos es con muchas precauciones, con censura, ya no es un espacio amigable para hablar sin tabúes y con perspectiva de derechos, entonces optamos por otros espacios fuera de las instituciones educativas», comentó Sosa.
Diversas organizaciones de la sociedad civil hicieron llegar notas al MEC solicitando la derogación de la resolución Riera. Entre ellas figuran la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), Coordinación de Mujeres del Paraguay (CMP), Asociación Paraguaya de Sociología, Cloc Vía Campesina, Tierra Viva, FEIPAR, Asociación para la Educación en Derechos Humanos, It Gets Better Paraguay, Diversxs Central, Asociación Paraguaya de Investigadoras Feministas (APIF), Plataforma Feminista Liberal, Consultorio Jurídico Feminista. Sin embargo, hasta la fecha no hay respuesta.
____
*Este material fue elaborado en el marco de la beca Desinformación y discursos de odio en el Cono Sur, otorgada por Revista Emancipa Paraguay con apoyo de Internews.
- Redacción: Sofía Masi
- Edición: Romina Cáceres
- Ilustración: Rodrigo Sosa